La otra significancia que tiene la danza es el homenaje de esa cultura hacia las deidades reinantes como el Inti (Sol), la Quilla (Luna), la Chasca Coyllur que posteriormente se convirtió en la Virgen del Socavón, a la fertilidad de la Pachamama o Madre Tierra y a sus wacas (centros de adoración).
La danza de los incas es también una representación de la cultura andina, como de sus naciones formadas en una sola identidad fortalecida en sus creencias y costumbres arraigadas.
En la danza de los incas existe una variedad de personajes que participan, desde los creadores del imperio y a los cuales siempre se los adoró pues la leyenda indica que aparecieron en el Lago Titicaca, ellos son Manco Capac (varón) y Mama Ocllo (mujer).
El baile también encierra toda una sátira hacia los españoles, en cuya columna de personajes está por ejemplo, Pizarro, Cristóbal Colón y la participación de la Iglesia Católica mediante la presencia de los curas, quienes en la época de la conquista tuvieron el rol de catequizar a los incas.
Si bien en años pasados esta danza prácticamente estaba condenada a su desaparición, por la poca cantidad de danzantes que fue reduciendo en los conjuntos de ésta especialidad, ha sido importante el valor cultural que le dieron los estudiantes del colegio Oscar Únzaga de la Vega, quienes le dieron el realce no sólo al significado de la danza, sino también incentivaron a la juventud a la práctica de este baile, en la entrada estudiantil denominada como Virgen del Socavón (VISO).
Ese aporte ha hecho que varios de esos jóvenes vayan a integrar los conjuntos de incas que participan en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
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