Para conocer detalles sobre los trajes en la morenada, conversamos con el historiador e investigador Fabrizio Cazorla Murillo, quien realizó una somera investigación de esta danza, sus orígenes, su indumentaria y otros.
Entonces Cazorla cuenta que el conjunto se denominaba la danza de los morenos, y más adelante se denominó como la morenada, era de escasa cantidad de integrantes, la acompañaba un caporal como se nombró a uno de los personajes, que llevaba una levita en forma del traje del mayordomo español porque era una sátira a éste.
Los trajes eran ricamente adornados con un esmerado y riguroso bordado en hilo de Milán, hilos de plata y oro y con algunas lentejuelas de metal, con pocas aplicaciones de piedras, que casi no existían por entonces.
A ello se suma la fina y delicada confección y elaboración de las máscaras de yeso, que acompañaban tanto al caporal blanco como al negro, uno por el lado español y otro por los esclavos negros.
También está la tropa, como se la llama actualmente; eran los morenos o los "turriles" que llevaban un traje identificado con el antiguo tonel de vino y también muy relacionada a una túnica cilíndrica que utilizaban los negros.
Tanto los caporales como la tropa, tenían casi las mismas características, sólo se diferenciaban por la forma, uno era turril y el otro la casaca de mayordomo español, esto estaba acompañado de una chaqueta con las mangas bordadas, los perniles que cubrían parte de la pierna que también eran bordados con hilos de colores, en algunos casos con símbolos del escudo nacional y otras figuras como las escarapelas, con un sentimiento posiblemente de reivindicación nacional o sentimiento boliviano.
Se ingresó en una época de mayor opulencia, más lujo, prestancia y riqueza por los detalles que tenían los trajes desde los años 50 a los 70, donde se dio la mayor expansión y esplendor de la danza de los morenos, esa belleza que ostentaban no se puede comparar con los detalles actuales, eran más de 20 kilos de peso, en trajes que si bien mantenían la esencia, tenían de cuatro a seis fuelles, perlas y piedras, entonces es un periodo de esplendor, pero luego se simplifica el traje, por la masiva presencia de danzarines que ha hecho que los bordadores ya no pongan tanto cuidado y detalles.
Al margen, no tenemos que olvidar que está la chola negra, que es la representación de la chola orureña, con su pollera larga con alforzas y manta, el sombrero blanco y la máscara de negra que corresponde a la hija de los esclavos negros.
Con la incursión de las mujeres en el Carnaval de Oruro en 1973 y por algunas circunstancias mundiales se diseñan
trajes con polleras mucho más cortas, ingresándose a otros niveles: sensualidad y erotismo.
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