Negritos de rojo, blanco y negro

• NOMBRE: Negritos Unidos de La Saya

• FUNDACIÓN: 14 de septiembre de 1957


La historia cuenta que este conjunto se inició con un grupo de lustradores de calzados de las calles Pagador y Murguía, aunque en la actualidad no cuenta con ningún miembro que tenga este oficio, pero, en su mayoría son jóvenes.

El traje del caporal, que representa al capataz, tenía un sombrero pequeño, en la actualidad lleva un sombrero de un metro de diámetro, dándole mayor presencia, su chicote mide entre 3 y 3,5 metros de largo, baila con botas y cascabeles lo cual no se ha modificado.

En un principio los varones imitaban a una tropa de soldados esclavizados, llevaban una blusa sencilla con encajes en las muñecas, con colores que se alternaban entre rojo, blanco y negro, con un pantalón hasta la rodilla de color negro o blanco, el "chiri" que es un gorro que asemeja el cabello de los negritos. Actualmente siguen usando los mismos colores, la blusa tiene encajes y rombos, con mayor estética, por los años 80 comenzaron a utilizar abarcas, pero ahora lucen zapatos.

Otro personaje muy conocido es el esclavo que lleva tan solo un corto o pantalón, danza descalzo, con cadenas, siendo flagelado por un caporal.

Las damas que participaban en este conjunto vestían una pollera liviana y una blusa con encajes en las muñecas, además de un aguayo donde cargaban una muñeca. Actualmente sólo se mantiene a una cholita que cargada de su muñeca, baila alegrando a los espectadores. Las jovencitas que participan actualmente visten trajes coloridos, pero representan ya a las españolas usando vestidos, además de un sombrero y zapatos de tacón.

El pintado del rostro de los danzarines es en base a "humo de pez", una pintura negra en polvo que se mezcla con vaselina o crema formando una pasta consistente, fácil de quitar y que no lastima el rostro.

En los primeros años algunos varones se disfrazaban de mujeres, y danzaban exagerando ademanes y movimientos femeninos, lo cual con el tiempo se fue eliminando de este conjunto, respetando el reglamento de la ACFO, donde se estipula que no debe alterarse la esencia de los personajes de la danza, explicó el presidente de este conjunto, Marcos Bonilla.