• FUNDACIÓN: 6 de septiembre de 1982
La danza del Phujllay representa una diversidad de emociones de los campesinos de Chuquisaca, aunque en el Carnaval de Oruro se presenta muy distinta a la fiesta del Phujllay que se realiza en el sur del país.
El conjunto de los Phujllay que participa en el Carnaval orureño, fue fundado en la empresa textil Rocket, esta danza proviene de la cultura Yampara, con características varoniles, típicas y marciales es interpretada por jóvenes de ambos sexos, recordamos el ímpetu del folklorista y profesional del turismo orureño Rafael Sejas que impulsa el trabajo tesonero de todos sus danzarines.
VESTIMENTA
El danzarín utiliza espuelas que hacen de instrumentos de percusión, ubicadas en las ojotas de los danzarines, que según se dice cuanta más alta sea esta, mayor será la destreza del danzarín que las calza.
Las polainas de abundantes colores y figuras cubren sólo del talón hasta las canillas. La almilla es una especie de blusa de paño negro y anchas mangas. Los calzones son dos, uno corto de paño negro y otro más largo de paño blanco; bastante anchos, de las piernas hasta las canillas.
El talabartero fabrica el cincho (cinturón) claveteado con cientos de ojalillos y cuero repujado con figuras de la zona, que sirven de cartera. Del pital penderán decenas de campanillas de bronce atadas con trenzas de q’aytu de colores vistosos.
El complemento del traje es la montera que simula el casco de los conquistadores, es adornada con flores y en los inicios de la agrupación folklórica con virulín.
Las ch’uspas hechas por las mujeres constituyen el orgullo de la familia y para completar este lujoso atavío llevan 2 pañuelos finos de seda, uno en la mano para dar ritmo, y el otro prendido atrás con la punta hacia abajo por la espalda.
La vestimenta desde su fundación no cambió y se mantiene con todos los detalles que son parte de las costumbres del carnaval tarabuqueño.
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