Es una evolución de la danza fúnebre que se escuchaba en esa región de La Paz, de donde emerge este ritmo que las nuevas generaciones bailan con sensualidad y seducción.
La inspiración para estas tonadas es el amor, la naturaleza y en especial la discriminación que existía en ese entonces hacia los negros, quienes eran los esclavos de los españoles.
En esos días los varones golpeaban las cajas y las mujeres bailaban para demostrar su sensualidad y seducción.
De este baile nace el Tundiqui, danza que los aymaras crean para ridiculizar a los negros, pintándose las caras con carbón y creando coplas atrevidas dirigidas a la gente.
La saya y el tundiqui, fueron las principales danzas para dar paso a lo que es el caporal. En 1969, en la ciudad de La Paz, se crea el conjunto Urus del Gran Poder, donde sus componentes bailaron esta danza por primera vez en la fiesta paceña.
En el año 1975 se creó en Oruro la Fraternidad Caporales Centralistas, donde los danzarines muestran el colorido de sus trajes y el baile estilizado.
En Oruro, desde entonces se tiene a seis agrupaciones de caporales que presentan sus distintos trajes además de la música que los caracteriza.
La música es adaptada de muchos ritmos como el huayño, cumbia y otros que se encuentran de moda y que los jóvenes bailan con sensualidad y pasión en el Carnaval de Oruro.
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