A principios de este mes, el ministro de Cultura de Perú, Luis Peirano Falconí, anunció en Puno que el Gobierno de ese país había nominado ante la Unesco a la festividad de la Virgen de la Candelaria como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
“El titular de Cultura señaló que ‘esta nominación va a obligar a la población de Puno a respetar la festividad’. Además, aclaró que eso beneficiaría notablemente el turismo en la zona. Por ello, pidió que diferentes instituciones unan esfuerzos para conseguir este objetivo”, aseguraba una publicación del periódico peruano El Comercio.
Sobre el tema, entrevistamos a la exministra de Culturas de Bolivia Zulma Yugar y sus respuestas fueron las siguientes.
¿Qué opinión le merece la citada postulación?
Todos los países están en libertad de poder proponer candidaturas a la Unesco. El tema es que en la Unesco hay una dirección del Patrimonio Intangible donde reciben todas las postulaciones y después de un amplio análisis de los justificativos históricos, antropológicos, geográficos y también relacionados a las culturas tradicionales y populares, aceptan o rechazan.
Por lo menos cuando nosotros estábamos de jurados no podíamos escoger otra candidatura similar o copia fiel a la original, e imagino que estarían considerando y observando ello.
Cuando nosotros presentamos la candidatura del Carnaval de Oruro, por supuesto estaba respaldada por una cultura milenaria, todo eso ha significado que se considere para que le otorguen el título.
Tengo la impresión de que esta tradición de la Virgen de la Candelaria de Puno data de unos 20 años o tal vez un poco menos.
Entonces, ¿qué debe hacer Bolivia?
Creo que sería necesario que la delegación boliviana que está en la Unesco tendría que hacer llegar esta observación de que entre los bolivianos estamos susceptibles de que países hermanos se están apropiando de nuestras tradiciones, de nuestra música y de nuestras danzas.
Nosotros, cuando hemos presentado el documento, hemos corroborado que el Carnaval de Oruro, la Diablada y todo lo que significan su cantidad de danzas, con documentación, investigación de antropólogos, etcétera, pertenece a un territorio y a una geografía que es Oruro y Bolivia. Entonces, esta observación podría hacerla llegar a través de la delegación para que se considere.
Usted asegura que no deberíamos estar susceptibles con esta postulación de Puno, ¿por qué?
Nosotros ya tenemos la Candelaria que es el Carnaval de Oruro. Es lo mismo, o sea que ya tenemos el título que está oleado y sacramentado.
Los que corren el riesgo y que están presentando esta candidatura son los peruanos. Tal vez puedan aceptarla y espero que no, porque es similar y es una copia fiel. Pero no perdemos absolutamente nada, porque nosotros hemos sido reconocidos y eso es de por vida.
¿Qué tenemos que hacer como bolivianos?
Creo que ya es tiempo de entrar a las acciones y no quedarnos solamente con las observaciones. Porque tú habrás podido notar que cada vez que hay este tipo de plagios de los países hermanos recién nosotros publicamos, observamos, nos movemos y protestamos.
Yo creo que en este caso tiene que desarrollarse una política de preservación, cocienciación y difusión a nivel nacional e internacional, porque si bien el tango es conocido mundialmente, se lo ha difundido como que pertenece a la Argentina y nadie les quita.
Todos pueden bailar, están en la libertad, pero es el respeto de los derechos morales y los derechos intelectuales.
Lo que nos corresponde, a través de una debida promoción internacional, es dar a conocer que el Carnaval de Oruro, con todas sus danzas, pertenece a Bolivia y se las tiene que difundir.
Lo mismo internamente, tenemos que hacer un trabajo de concientización hacia los bolivianos para que nosotros nos sintamos orgullosos de lo que tenemos y estemos conscientes de lo que significa esta declaratoria, esta premiación de la Unesco, de tener un patrimonio mundial y saber preservarlo y no distorsionarlo.
Creo que nos toca entrar en acción, el Estado por una parte y por otra parte las instituciones culturales, los municipios, todos tendríamos que trabajar de esa manera, cosa que sabiendo todo esto ya no podría producirse esa alarma de decir: nos van a quitar.
Usted tiene algunas propuestas sobre el tema patrimonial, ¿cuáles son?
Yo ando sugiriendo que tendría que proponerse, por ejemplo, la cultura Chipaya que está en riesgo de extinción y como ésta hay también otras en el oriente boliviano. Y las propuestas no sólo debería hacerlas el Gobierno, sino los municipios, las fundaciones y entidades civiles abaladas por el Estado boliviano.
“Nosotros ya tenemos la Candelaria que es el Carnaval de Oruro. Es lo mismo, o sea que ya tenemos el título que está oleado y sacramentado”
Zulma Yugar
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