Oruro vibró ayer en medio de música, danza y costumbres que son parte del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, en el que participaron miles de personas por devoción a la Virgen del Socavón, para quien bailaron por aproximadamente cuatro kilómetros que equivalen aproximadamente a tres horas.
El Primer Convite comenzó a las 07:30 horas aproximadamente y presidieron dicha entrada 19 monaguillos del Santuario de Nuestra Señora del Socavón, seguidos por el vicario de la Diócesis de Oruro, Jaime Encinas, que representó a Monseñor Cristóbal Bialasik, quien se encuentra en Cochabamba participando de la asamblea 96 de los obispos del país.
Posteriormente, ingresaron dirigentes de la Asociación de Conjuntos del Folklore (ACFO), llevando en andas la imagen de la Virgen del Socavón, a continuación ingresaron algunas autoridades como el secretario departamental de Asuntos Jurídicos de la Gobernación, Edgar Ajata en representación del gobernador, Santos Tito Véliz; la alcaldesa Rossío Pimentel Flores; el presidente del Comité de Etnografía y Folklore, Maurice Cazorla; el presidente de la ACFO, Jacinto Quispaya; funcionarios públicos de ambas reparticiones y dirigentes folkloristas.
Como es costumbre, los 48 conjuntos ingresaron en 6 grupos distribuidos en 18 especialidades de danza, quienes cumplieron en un buen porcentaje el compromiso de llegar sobrios hasta el altar de la Virgen, caso distinto al de algunos grupos que ingresaron en horas de la mañana.
Las bandas de música cumplieron sus contratos con los distintos conjuntos de-
sechando de esta manera la versión del presidente de la Asociación de Bandas de Músicos Profesionales de Oruro (Abampo), Gonzalo Choque Huanca, quien manifestó en primera instancia que por el día de los mercados se complicaría la participación de sus afiliados en el Primer Convite, sin embargo, se llegó a un acuerdo manifestando que harían todo lo posible por cumplir con el compromiso adquirido con los conjuntos y así se hizo.
A pesar de esta situación, las bandas cumplieron su labor haciendo que la gente vibre de emoción al escuchar los sones de las diabladas, morenadas, tobas, caporales, llameradas, kullawadas y otros.
Al igual que los conjuntos, las bandas incorporan desde hace algunos años a niños en sus filas, como el caso de un menor que al parecer de tres a cuatro años de edad, participó junto a una banda tocando platillos, algo que motivó el asombro de las personas.
La venta de bebidas alcohólicas se redujo de alguna forma, pero, a pesar del control realizado por gendarmes de la Policía Municipal y efectivos de la Policía Departamental, algunas personas se dedicaron a consumirlas, mostrando un mal espectáculo en la fiesta religiosa que se inició ayer y que concluirá entre el 1 y 2 de marzo de 2014, fechas en las que se efectuará la entrada de peregrinación.
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