El filósofo e investigador orureño, Julián Arias, explica que el inicio de la Anata Andina se remonta al año 1993, cuando participaron sólo 18 conjuntos de las 16 provincias del departamento de Oruro.
Esta festividad autóctona, para la mayoría es aprovechada para demostrar su vestimenta, sus instrumentos musicales, su coreografía y su danza, convirtiéndose desde esta gestión en un espacio para demostrar la riqueza de la artesanía y gastronomía andinas.
Pero este evento es parte importante del Jallupacha (tiempo de lluvias), que empieza durante el mes de noviembre y se extiende hasta el inicio de la cosecha, es por esta razón que la música, la coreografía, la vestimenta y otras indumentarias representan a la época.
Por otra parte, es la época en la que ya se puede disfrutar de los primeros productos de la generosidad de la Pachamama (Madre Tierra), como la papa, haba, quinua, entre otros, además es el tiempo de "t’ikanchar" a los animales y sus crías, explicado en otras palabras, el campo se ha llenado de vida con las plantas y el crecimiento de los animales, gracias a la lluvia que riega los campos y alimenta los forrajes.
Pero no todo termina ahí, ya que todos deben retornar a sus comunidades y desde el martes de Carnaval deben cumplir con la Pachamama, con festejos mayores a lo que se ve en la ciudad durante la Anata; en sus comunidades la fiesta durará toda la semana en agradecimiento a la Madre Tierra hasta el Domingo de Tentaciones.
Según Arias, durante el martes de Carnaval se practicará el paquma, es decir que visitarán las chacras y luego de adornar todo un surco, se puede sacar una o dos matitas del producto sembrado y esto se debe cargar en aguayo.
Posteriormente visitarán los corrales de los animales a los cuales se les pondrá lanas de colores en sus orejas.
Según la costumbre, el que ha realizado la paquma lleva toda la plantita a su casa y la pone sobre una mesita para ch’allarla, pidiendo a la Pachamama que el alimento no le falte y la cosecha sea fructífera para este año.
Es amplio el conocimiento que se tiene de la festividad de la Anata Andina, y gracias a investigadores como Julián Arias se podrán rescatar más tradiciones y costumbres ancestrales, que quedarán como parte de esta época de festejo.
Alegría junto con los danzarines de Belén de Challamayu. |
Melodiosa participación de los comunarios de Cachicachi |
Caracollo presente en la Anata Andina |
La fuerza de los músicos de los Qaqachacas |
Simpatía y juventud junto con la Urbanización 10 de Febrero |
El Ayllu Copaza y las ritualidades |
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