El responsable de la feria, Fabricio Cazorla, explicó que el 2 de Febrero, día de la festividad de la Virgen de la Candelaria, constituye una fecha importante para los orureños y la historia del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Recordó que la celebración fue consolidada desde el año 1997 cuando los integrantes de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, recobraron algunas costumbres como una forma de reflexionar sobre el significado devocional que tiene la Virgen del Socavón para todos los bolivianos y principalmente para los orureños.
"Hemos recuperado una retrospectiva iconográfica de la imagen de la Virgen del Socavón a través de algunas fotografías e imágenes que fueron editadas por el Santuario del Socavón y, artículos y publicaciones que constituyen los primeros artículos de prensa y ensayos escritos sobre la Virgen", explicó.
Uno de los artículos que data de los años 1950 escrito por Rafael Ulises Peláez, otro de Mario Baldemar y la versión de Víctor Zaconeta, que fue reeditada por el periódico LA PATRIA en el año 1973 y el trabajo más extenso titulado Virgen del Socavón, escrito por Josermo Murillo Vacareza, el cual fue publicado en cinco partes en Presencia Literaria en 1980.
"Quizá estos son algunos referentes, los que posteriormente se fueron publicando en otras obras y los presentamos para que la gente comprenda y conozca que la historia de la Virgen del Socavón es la historia de Oruro", explicó.
Pero la imagen que llamó la atención fue una pintada en lata, obsequio de una orureña para la exposición del Desempolvado, en ella se admira la fisonomía del rostro de la Virgen, muy peculiar por la semejanza que tiene con el rostro de la Virgen del Socavón.
"La imagen tiene un soporte bastante peculiar porque fue pintado en latón, pero a pesar de su deterioro presenta características de la mirada y rostro maternal que imbuye la Virgen María y queremos que la feria se consolide con este tipo de objetos para ilustrar al público y consolidar el deseo que la historia nos permite comprender nuestra identidad, reconocernos y valorar la esencia de la presencia de la Virgen en el corazón de los orureños", manifestó.
La exposición como es costumbre estuvo amenizada con música extraída del disco de Julio Rodríguez Berríos, destacándose ritmos como el de la diablada, morenada, mecapaqueñas, cuecas, taquiraris, tonadas entre otras.
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