El Carnaval de Oruro que se origina en la capital del folklore de Bolivia, es una de las actividades que llena de orgullo al país, por el alcance mundial que adquirió; para algunos obtiene fuerza por la fe y devoción de miles de orureños y bolivianos que están esparcidos por todo el mundo y se concentran en esta fecha para demostrar este compromiso ante la imagen de la Virgen del Socavón.
Durante meses, los danzarines de 48 fraternidades, agrupadas en la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO), preparan sus mejores vestimentas, con bastante colorido, además de ensayar meses enteros para participar en la entrada, que este año se celebrara el 1 y 2 de marzo, donde deben lucir lo mejor posible.
Pero el Carnaval de Oruro no es sólo danza y colorido, mucho menos ostentación, es lo que explican algunos participantes de varias agrupaciones, porque para ellos lo importante en llegar ante la imagen de Nuestra Señora del Socavón, para cumplir una promesa que realizan año tras año, algunos para solicitar favores, pero una mayoría para agradecer su protección.
Ayer varios conjuntos se apoderaron de las calles orureñas para cumplir con el último recorrido, a escasas dos semanas de la entrada del Carnaval, pero cientos de danzarines antes de ir a la concentración de sus conjuntos, fueron a visitar a la Virgen del Socavón, vestidos con el uniforme de sus fraternidades, demostrando que ante todo está su fe y devoción.
"Cada domingo vengo a agradecer a la Mamita, porque gracias a ella continúo bien con mi familia, tengo salud, tengo a mis hijos y tengo un trabajo que me ayuda a darles lo que necesitan, yo bailaré todos los años que pueda para agradecerle mi felicidad", expresó Ramiro Checa, un danzarín que salía del Santuario del Socavón.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco), nombró al Carnaval de Oruro como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, suficiente halago que ratifica el valor de una manifestación popular, que aún se mantiene a pesar de las distancia en la que viven muchos de los devotos a la Virgen Morena.
"Yo cada año llego desde Santa Cruz, por motivos de trabajo tuve que alejarme de mi querido Oruro, pero eso no detiene mis deseos de volver, porque la Virgencita logró ayudar a toda mi familia en los momentos más difíciles, a ella le debemos todo", explicó Germán Cáceres, cuando participaba en el recorrido con su conjunto.
La presentación de miles de danzarines, es el resultado de una preparación, primero espiritual y de fe, desde la promesa que se hace para pasar luego por una serie de ritos que son parte del cumplimiento de toda una suerte de compromisos que terminan con la demostración física para recorrer varios kilómetros danzando hasta llegar a los pies de la virgen, agradeciendo sus favores.
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