Se trata de una imponente escultura de 45,4 metros de altura, equivalente a un edificio de 14 pisos, donde 110 obreros dejaron su huella anónima a partir de un laborioso trabajo, cuya idea fue concebida en 1998 desde la Oficialía Mayor de Cultura de la entonces Alcaldía Municipal y, en un periodo de 15 años tomó forma con el aporte de varias autoridades, artistas y profesionales del área que primero trabajaron los bocetos y luego asumieron la decisión de ponerse manos a la obra y regalar a la comunidad devota de la Virgen del Socavón, un nuevo motivo que se catapultó como orgullo de los orureños, pues este lugar, para algunos sagrado, es con seguridad uno de los más visitados por nacionales y extranjeros que se animan a conocer el encanto de la tierra de los Urus.
Son 1.500 toneladas de piedra, acero y cemento, y una capa de resina de poliéster y fibra de vidrio que tomaron forma a partir de la creatividad arquitectónica y artística. La escultura de la Virgen tiene una corona de fierro reticulado, recubierto con placas de aluminio e incrustaciones de resina. La imagen del Niño Jesús que la Virgen sostiene en el brazo izquierdo, también luce la misma corona. La madre de Jesús lleva en la mano derecha una candela.
Según registros todavía vigentes por sus dimensiones ésta escultura es de mayor tamaño que el Cristo Rey de Polonia de 35 metros, el Cristo del Corcovado de Río de Janeiro en Brasil que tiene una altura de 38 metros, situado en la cima del cerro del Corcovado a una altitud de 709 m.s.n.m. y, el Cristo de la Concordia de Cochabamba con una altura total de 40,44 metros y fue erigido en la cima del cerro San Pedro a una altitud de 2.835 m.s.n.m.
El diseño incluye 140 ventanas en forma de estrellas que adornan el manto de la Virgen, desde las ventanas el visitante tiene la opción e apreciar el paisaje orureño desde diferentes ángulos.
Se trata de una especie de réplica de las estrellas que lleva el lienzo original de la Virgen María, en su advocación como Virgen del Socavón, con data de 1789 y en cuyo honor año tras año, cientos de hombres y mujeres protagonizan una peregrinación hecha danza, y que ahora a nivel mundial se conoce como una verdadera Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, producto del reconocimiento que el año 2001 hizo la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). El lienzo original está en el Santuario del Socavón.
Los responsables de la construcción del monumento son: el consorcio "Virgen del Socavón" integrado por las constructoras Caabol SRL y Navla Ltda., además de la empresa escultórica "Formas 21". La inversión de 8.700.000 bolivianos, fue financiada por el Gobierno Autónomo Municipal.
DEVOCIÓN
Se cree que la devoción a la Virgen del Socavón, incluso data de la fundación de la Villa de San Felipe de Austria, hoy ciudad de Oruro (1606). Sin embargo según Jesús Elías Lucero, del Comité de Etnografía y Folklore se conoce que existen testimonios de la veneración desde 1656. Pero ya desde 1789 la fe se hace manifiesta con más énfasis, justificando en las leyendas del Chiru Chiru y Nina Nina, dos personajes con descripción de pobres, el primero que murió en manos del padre de su amada Lorenza Choquiamo, que decide matar al enamorado hombre por no ser de su agrado como novio de su hija, y Nina Nina al que se conoce como al Robin Hood andino, conocido en el villorio por robar a los ricos para colaborar con los pobres.
Luego ya se conocen versiones de principios del siglo pasado cuando la misma gente de los villorios, en tímidas manifestaciones bailaban para su santa patrona. Narra la historia que los lugareños, en su mayoría mineros, trasladaron la fecha de celebración del Día de la Candelaria (2 de febrero) para aprovechar los feriados del Carnaval y así rendir homenaje a la deidad, entretanto para el resto de la gente el Carnaval se vivía como en el resto del mundo.
Es recién a partir de la fundación de la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, ocurrida el 25 de noviembre de 1904, que nace la peregrinación danzada a iniciativa de los matarifes y años más tarde otros gremios como los carreritos (viene de carreros) dan lugar al nacimiento de la danza de los tobas, ahora Tobas Zona Sud, los veleros con la Morenada Zona Norte y también aparece la Fraternidad Hijos del Sol Los Incas.
La fiesta fue creciendo y ahora son por lo menos 35.000 danzarines que aglutinados en 48 conjuntos folklóricos los que protagonizan la peregrinación bailando año tras año a lo largo de algo más de tres kilómetros, para mostrar al mundo lo que se conoce como Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y Patrimonio Inmaterial de la Comunidad Andina de Naciones.
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