En la época de Carnaval que coincidió ayer con el primer viernes de mes, los creyentes se trasladaron a visitar el sitio pétreo de la Víbora, que se encuentra en la zona Sudoeste de la ciudad, sector Chiripujio, donde ch’allaron y ofrecieron una mesa blanca con huevos o gallo para pedir progreso, suerte, dinero y bienestar para el hogar, el trabajo y el negocio.
De acuerdo a la tradición ancestral, se visitan los sitios pétreos, desde el Miércoles de Ceniza, que fueron las plagas de la mitología del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, como el sapo, la víbora, el lagarto y las hormigas. Ayer fue el turno de la víbora, donde asistieron los creyentes con mucha fe.
Fueron en parejas, en familia o en grupo de amigos, quienes prepararon el ambiente quemando leña, para luego compartir durante unos minutos con un par de copas de cerveza, además de coca y cigarro. Rodearon una mesa blanca (ofrenda) que tenía una serie de peticiones y una vez que la leña prácticamente se quemó colocaron la ofrenda a la Pachamama, para que esta se queme.
En muchas de las mesas blancas se colocaron huevos, que representa la atracción de la suerte; mientras que en otras se acompañó con sullu (feto) de llama ó se mataron gallos para la suerte.
Después batieron las botellas de cerveza y procedieron a la tradicional ch’alla con la explosión de cohetillos, para terminar el rito con la t’ikancha, adornado con serpentina y mixtura. Más adelante siguieron compartiendo bebidas alcohólicas, principalmente cerveza.
CREYENTES
Entre los ciudadanos presentes, estuvieron los integrantes del grupo "Los Romanceros", su director, Martín Cruz, dijo ayer que los primeros viernes de cada mes, toda persona que tenga alguna petición a las plagas practica un rito de acuerdo a su creencia.
"En este caso Los Romanceros venimos a la Víbora a pedir salud, trabajo entregando una mesa blanca con todos sus significados. Eso implica bienestar, trabajo y en la vida independiente paz y tranquilidad. Hemos visto que colocan huevos sobre la mesa hasta que esta reviente, otros colocan gallos, manzanas dulces. Para nosotros nuestra característica es prender la leña y esperar que se haga ceniza para luego colocar sobre la brasa la mesa blanca y ch’allar con cerveza", explicó.
Por su parte, la señora Mariela Mamani, comerciante que vende varios años en el lugar comentó que la gente que cree en la víbora, pide lo que la persona cree, ya sea para el trabajo, el negocio.
"Vienen doctores, abogados para que les vaya bien, entonces, la mesa blanca tiene 24 misterios (pastillas rectangulares) de distinta variedad, suerte, amor, trabajo, dinero; luego se coloca la coca y un par de huevos que es para la suerte. También coloca un cigarrillo y eso depende de cada uno, hay que venir con mucha fe", aseguró.
En el lugar se observó, no sólo a los orureños citadinos que creen en estas tradiciones, sino también del interior del departamento como Cami (Abel Mollo), originario de Sabaya.
"Nosotros tenemos nuestras propias tradiciones, cultos y obediencia a los superiores que nos legaron los ancestros. Nosotros somos una nación con influencia inca, donde obedecemos y seguimos el pusisuyu, cuatro esquinas de una nación, es decir, una nación dividida en cuatro y cada nación es una provincia actual y donde cada provincia tiene entre seis a ocho comunidades, de esas comunidades hacemos la tradición del Carnaval, domingo de entrada, lunes torrevillo, martes ch’alla y Miércoles de Ceniza", afirmó.
Añadió que el jueves se ha perdido la tradición, pero utilizan ese día para reorganizar los cargos ancestrales y terminó ayer (jueves) con la reorganización de Sabaya Marka.
"Hoy viernes (ayer) en forma particular vengo aquí a Oruro para pedir por el bienestar de la economía de mi familia, por eso estoy aquí en la Víbora", aseguró
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