El bloque de la Familia Galán en la Fraternidad Kullaguada Oruro lució a su paso por la entrada en honor a la Virgen del Socavón trajes con motivos inspirados en la leyenda de origen uru sobre las cuatro plagas que fueron enviadas por el maléfico Huari.
El bloque, integrado por 37 personas con diversidad de opciones sexuales, presenta en la alegoría del baile a los tres personajes tradicionales de la kullawada: el Kullawa, la Awila y el Guapuri, dijo Paris Galán.
La representante del colectivo Familia Galán es la diseñadora del vestuario de los folkloristas, quienes bailan desde hace 14 años en la entrada folklórica de la ciudad de Pagador.
Las kullawas visten este año polleras azul pastel con figuras de las cuatro plagas: la hormiga, el sapo, el lagarto y la serpiente. Los hombres destacan los símbolos en los pantalones de colores rojos, al igual que en los zapatos y botas de las awichas.
El azul combina con el color coral de los fustes; este mismo tono se utiliza para la blusa. "La kullawada es la danza del amor, es por eso que en el reboso lleva la figura del corazón. Las perlas significan las lágrimas del enamorado que expresan el sufrimiento”, explicó Paris.
En las polleras de color rojo de las awichas se incluye el estampado de la bandera del orgullo TLGB y el cuerno de la abundancia. Todas las figuras de las plagas están hechas a base de lentejuelas de colores dorados, verdes, rojos y plateados.
El personaje de Guapuri es personificado por Paris y Dana Galán, quienes lucirán el rojo, azul y dorado, a diferencia del año pasado, cuando bailaron en naranja y blanco. "En los pantalones estará la figura del cuerno de la abundancia”, dijo.
La fraternidad Kullaguada Oruro baila hace 14 años y es la misma cantidad de trajes que Paris Galán tiene en su colección.
Además de los diseños exclusivos de Paris, los folkloristas también destacan la línea de joyería "Celestina y sus joyas”, que está hecha a base de plata con elementos de oro y piedras.
Según la orfebre Kathia Astete, diseñadora de las joyas, la originalidad de las alhajas radica en que proponen una sofisticación de los tradicionales modelos de las cholas. "Son canastillos en diferentes modelos”, explicó Astete, quien lleva más de 10 años en este oficio.
Los 37 danzarines que ayer recorrieron los tres kilómetros de la entrada en honor a la Virgen bailarán hoy con el traje de 2013, como manda la tradición.
Los prestes de la Kullaguada Oruro, que pertenecen al bloque Ch’ukutas 2014, ofrecerán una fiesta el 15 de marzo, en la zona 16 de Julio de El Alto.
El mito orureño de Huari y la Ñusta
El origen del mito de las cuatro plagas se remonta a tiempos precolombinos, pero está presente aún en el imaginario de los orureños como elemento constitutivo de su identidad.
Cuenta la leyenda que en tiempos inmemoriales la maligna deidad Huari, en su intento por someter al pueblo uru, les envió cuatro plagas: una gigantesca serpiente amenazaba desde el sur; un sapo enorme llegaba desde el norte; hormigas hambrientas venían desde el este y un monstruoso lagarto se aproximaba desde el oeste. Estos animales cercaban lo que hoy es la ciudad de Oruro, territorio antes ocupado por los urus.
Cuando el ataque era inminente, repentinamente apareció en el cielo una Ñusta en ayuda de los urus. La imagen femenina -cuenta la leyenda- derrotó con su espada a los monstruos.
Cortó a la víbora en tres pedazos y la petrificó. Hasta nuestros días, una serranía en la zona de Cala Cala asemeja la imagen de una serpiente dividida.
La Ñusta también habría abatido con su arma al enorme sapo y al lagarto que, al impulso de su espada, se convirtieron en cerros que aún los orureños reconocen en su ciudad.
Las hormigas, una verdadera plaga, habrían sucumbido convirtiéndose en arena y formando el arenal que está en la zona este de la ciudad de Pagador.
Con la llegada de la Colonia española, la imagen de la Ñusta se fusionó con la de la Virgen de la Candelaria. Con los años, este ícono protector femenino se encarnó en la Virgen del Socavón, patrona de los mineros, que mueve a miles de personas en baile de peregrinación cada Carnaval.
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