Muy bien uniformados haciendo una representación de la Banda Espectacular Poopó, los niños que pertenecen al quinto año de la escuela Jorge Oblitas se instalaron en la Plaza Principal para hacer mímica con sus instrumentos de música que fueron elaborados con material reciclado, tan idénticos a los instrumentos de metal que utilizan los músicos profesionales.
Los niños bailaron al ritmo de las melodías del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Los platilleros se encargaron de la coreografía deleitando a los padres de familia y ocasionales transeúntes que pasaban por el centro histórico de Oruro.
Tras varios minutos, los niños circularon por la plaza hasta despedirse en la esquina de las calles Bolívar y Presidente Montes, en medio de aplausos de sus progenitores y ante la mirada atenta de los ciudadanos que pasaban por el lugar a esa hora del día.
PROFESORA
La profesora y directora de la Banda Espectacular Koo-ko, Rosario Ayad de Ojalvo, manifestó ayer que la banda fue fundada en la presente gestión y ofreció una retreta a todos los padres de familia, como a los trabajadores de radio.
"Como orureña de cepa, el nacimiento de la banda nace del corazón, idea que se gestó en la gestión anterior y este año hemos plasmado, porque todos los instrumentos que hicimos fueron de reciclaje. Ha coincidido con la terrible desgracia que han tenido los compañeros de la Banda Espectacular Poopó y de alguna manera nosotros hemos venido a ser sus representantes", explicó.
La banda de los niños, tiene todos los instrumentos que posee una banda profesional de música, desde tambores, platillos, bombos, bajos, trombones, trompetas hasta contrabajos. Son 35 niños los integrantes de la banda, que al mismo tiempo forman del grupo de los pequeños escritores, que a la fecha preparan su quinto libro.
La maestra argumentó que este tipo de actividades es una forma de incentivar a los niños en el arte de la música, ya que es considerada como una parte fundamental del desarrollo humano.
"Está comprobado que la música estimula el cerebro, entonces, esto tiene un objetivo psicológico, pedagógico y esto llegó a la parte de los sentidos, estos niños saben en qué momento entra una trompeta, en qué momento un trombón y de esa manera estimularlos y hacer que se realicen como personas. A quién en su niñez después del Carnaval no le ha entrado la inquietud de tocar las tapas de la olla o agarrar un tubo, entonces, viendo aquello, que hacían el ademán de algún trompetista o platillero es que se ha hecho este trabajo", aseguró.
Aclaró que la constitución de la banda no fue obligada, sino que se hizo una invitación y los niños accedieron a formarla.
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