El 2 de febrero de 2015 se cumplirán 465 años de la presencia de la imagen de la Virgen de la Candelaria, tomando en cuenta la versión del patricio orureño, Josermo Murillo Vacarreza, que refiere, en base a sus investigaciones, que los párrocos de la congregación religiosa de San Agustín fueron los primeros en traer a Oruro aquella versión morena de la Virgen con una vela encendida.
Los colonizadores entronizaron a la Virgen de la Candelaria entre 1540 y 1550, dice Josermo Murillo. No hay el año exacto, pero retrotrae a los primeros agustinos que llegaron a esta parte del continente americano, trayendo su fe y su devoción a aquella imagen que forma parte de la religión católica.
Las misiones de colonizadores, en busca de riqueza, como la plata, también estaban integradas por sacerdotes, que ayudaban a mantener la fe entre ellos y a construir los templos que se necesitaban para vivir. Nadie sabía cuánto tiempo tenía que estar en un determinado lugar, generalmente inhóspito. La condición máxima era que en el lugar exista agua.
Por eso, cuando llegaron a la zona de Oruro, encontraron no solamente agua, sino también un pequeño pueblo denominado Uru-Uru, asentado en las faldas del cerro de Conchupata. Ahí no había, sino tradiciones ancestrales como el culto a las wacas, a los lugares sagrados para los urus, a las enormes rocas y/o en la cima de cada uno de los cerros que, como dice Carlos Condarco, forman parte de la Serranía Sagrada de los Urus.
La fundación de Oruro, se hizo después de muchos trámites, el 1 de noviembre de 1606.
Los sacerdotes, con planos en mano, construyeron los primeros templos alrededor de la Plaza de Armas (hoy Plaza 10 de Febrero, denominación que se mantiene desde hace más de cien años, después del descubrimiento de documentos que formaron parte de la revolución del 10 de febrero de 1781 y que después sirvió para el encarcelamiento, la persecución y la muerte de muchos orureños).
De la Iglesia San Agustín, no queda ni un vestigio, a más que una fotografía de 1892, en blanco y negro, cuando llegó a Oruro el primer ferrocarril procedente de Antofagasta, durante el gobierno de Aniceto Arce. Esa fotografía, revela, sin embargo, la hermosura de aquella iglesia asentada donde hoy se encuentra la Gobernación de Oruro.
Los agustinos hicieron mucho por Oruro, como el implantar y acrecentar la fe en la Virgen de la Candelaria que, tradicionalmente, tiene una fecha para celebrar: El 2 de febrero, según la religión católica, hace más de 465 años, se realizaba una procesión de cirios. Es obvio que no había energía eléctrica en Oruro, pero había velas que se utilizaban para alumbrarse en el camino, tal como señala la imagen de la Virgen de la Candelaria, nombre que proviene de “candela”.
Al principio, como no podía esperarse, nadie le dio importancia a la sagrada imagen, mucho menos los urus, que no podían entender aquella otra forma de hacer religión, de venerar imágenes en templos, arrodillarse y rezar el Padre Nuestro, más aún en latín.
Pasaron 239 años de la colonización. Durante ese tiempo, había rebeliones, revoluciones, matanzas, explotadores, explotados, látigo y muchos otros castigos impuestos por los españoles. Ha tenido que pasar incluso la famosa revolución del 10 de Febrero de 1781, la destrucción de los símbolos españoles por parte de los orureños rebeldes, y la indescriptible forma de reacción del ejército español para retomar el orden y la paz, el ingreso a la ciudad de Oruro, la detención sistemática de los líderes, la toma de declaraciones, previo castigo y la forma de lograr nombres de otras personas que habían hecho la revolución de Oruro.
El 2 de febrero de 1789, el día de la aparición de la Virgen del Socavón o declaración oficial de la historia de la que se denominaba Virgen de la Candelaria, tradiciones y leyendas, que forman parte del pueblo de Oruro, tampoco era un día de paz y tranquilidad. Apareció la historia del ladrón bueno, el Nina Nina o para otros, el Chiru Chiru, que se dedicaba a robar a los ricos, para ayudar a los pobres y que, después de una contienda con el padre de su enamorada, herido, escapa y se va a su cueva, precisamente encima de una mina de Oruro, en el cerro Pie de Gallo. Ahí fue encontrado muerto el Chiru Chiru, pero para sorpresa de todos, se encuentra la sagrada imagen de la Virgen de la Candelaria y, desde entonces, se denomina la Virgen del Socavón, en cuyo honor los mineros se comprometen a bailar como diablos, redimidos, precisamente aquella fecha, que coincidía con el Carnaval de Oruro.
La celebración del día de la Virgen de la Candelaria es inamovible, pero los mineros prefieren formar la danza de la diablada y bailar en su honor, en honor de la Virgen del Socavón, los días previstos para la realización del Carnaval de Oruro.
Por eso, es difícil comprender, para personas extrañas, ¿cómo es posible que los diablos bailen en honor a la Virgen? En el caso de Oruro, los diablos (los mineros), redimidos, recuperados a la fe, se preparan para bailar en devoción a aquella imagen que, gracias al Carnaval de Oruro, es conocida en el mundo entero.
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