Cuando se habla de los trajes de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, el Carnaval de Oruro, se tiene la referencia de grandes artesanos bordadores que son parte importante de la festividad, pero también se tiene que hablar de los diseñadores, quienes en sus atelieres confeccionan piezas artísticas y únicas.
Ellos fueron los precursores para innovar en los trajes de kullawadas, diabladas y morenadas, como la incorporación de material metálico, con repujado en formas de la mitología del Carnaval de Oruro.
Esta gestión se puede apreciar en diferentes atelieres, diseños innovadores pero en el atelier de Teófila Bernal Montalvo "Creaciones Teo", se distingue este trabajo que lo desarrollan desde el mes de julio por lo moroso que es el trabajo.
Polleras y blusas de ñaupa chinas con apliques metálicos que representan dragones y las tradicionales caretas de los diablos, es uno de los muchos trabajos que se prepara para este año, en un trabajo interminable de manos hábiles, que visten a la "Obra Maestra".
"Cinco años que estamos con el atelier y cinco años que estamos vistiendo a las bailarinas de Oruro. Son las clientas que vienen con una idea y nosotros la plasmamos, nos dicen que quieren repujado en el pecho y la pollera, es ahí donde nosotros llevamos el diseño, nos imaginamos diablezas y creamos las figuras de la víbora, caretas y todo en metálico", remarcó Bernal.
Más allá del diseño, que es la idea de un concepto para la vestimenta, son cerca de diez personas que están detrás de la entrega de un solo traje, artesanos que cumplen con la elaboración de apliques, el repujado en metal, además de costureros y la habilidad en la creación de los diseñadores.
"Detrás de cada traje estamos como unas diez personas, porque el trabajo es moroso, es costurado a pulso, puntada por puntada, las láminas metálicas están con perforados y con hilo plástico costurado", destacó Bernal.
El orgullo de vestir a los devotos de Nuestra Señora del Socavón es lo principal, en esta gestión se consignan por ejemplo integrantes de la Morenada Central, Cocanis, la Diablada Ferroviaria y las angelitas de la Urus, es una satisfacción personal que demuestra con orgullo la señora Teófila Bernal, quien dejó de bailar por aportar con su arte al Carnaval.
"Es algo muy lindo poder vestir a todas las bailarinas de Oruro, uno se siente bien satisfecha, además que podemos generar empleo al resto de la gente. Soy devota de la Virgen, pero ahora no bailo porque no tenemos tiempo, antes lo hacía pero la fe sigue intacta y este es mi aporte", enfatizó.
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