La explosión de "toritos" y arcos de platería destacaron el Día de la Virgen de la Candelaria, celebrado ayer en el Santuario del Socavón, y cuyas tradiciones se apoderaron de la fiesta, impulsada por la Fraternidad Artística y Cultural "La Diablada"
Desde hace algunos años, la "Frater" a través de sus integrante recuperó la tradicional misa y ofrendas de arcos con platería, que son atravesados por los pasantes, junto a la imagen de la Virgen de la Candelaria o del Socavón para los orureños.
Los toritos son juegos pirotécnicos que están armados en una estructura que simula a un toro, hecho con cañahueca y papel.
Desde el 2011 que los socios de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, recuperaron esta actividad de antaño, y ubicaron arcos ornamentales con platería en el exterior del Santuario para devolver los favores recibidos a la Patrona de los folkloristas.
Luego de la celebración eucarística, los nuevos danzarines, son los que ofrecen a la Virgen Candelaria un arco, como una forma de devolver todos los bienes que recibieron en todo el año respecto a su economía, salud, trabajo, bienes, estudio y otros.
Tras el paso por medio de los arcos de plata llevando la imagen de la Virgen del Socavón, los integrantes de la Cofradía, atienden con un plato de ají de fideo, a quienes armaron los arcos.
Los "fraternos" son los que presiden esta actividad como pasantes perpetuos, ofreciendo una misa en la mañana para luego proceder a realizar todas las tradiciones y costumbres heredadas.
Todo esto estuvo amenizado por diferentes bandas de música folklórica que acompañaron no sólo a los fraternos, sino también a otros grupos y personas que brindaron una misa a la santa patrona de los mineros.
El periodista e investigador, Elías Delgado, señala que durante el siglo XIX con varios intérvalos, se efectuaba en la ciudad de Oruro este acontecimiento religioso, como parte de las honras a la Santa y emulando a las celebraciones de la Candelaria el 2 de febrero en España.
"Aquilatando estos antecedentes y su correspondiente trascendencia, los directivos de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, se impusieron esta noble iniciativa como obligación institucional anual y además, obedeciendo a las recomendaciones del Plan Decenal aprobado por la Unesco, a tiempo de otorgar el título patrimonial mundial para nuestro milenario Carnaval", manifestó Delgado.
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