En su XIV versión la Jach’a Anata de Tentaciones incorporó en su fiesta alrededor de una treintena de grupos autóctonos, que se concentraron en la calle B y avenida Tomás Barrón de la zona Norte, para unir a través del canto y la danza a la ciudad y al campo y, mantener de esta forma las costumbres y tradiciones. "Somos residentes de la provincia Inquisivi aquí en Oruro, recordamos en esta época el Jallupacha, con este baile mítico la Ananta, conocida como la moseñada. Y lo que esperamos que siempre se preserve la cultura, que es un legado dejado por nuestros abuelos, para agradecer a la Madre Tierra", manifestó la autoridad originaria de la subcentral Coriro, cuarta sección Colquiri, Pablo Alvarado Aymaya.
La moseñada es la música característica de los grupos autóctonos, que participan en esta celebración, que año tras año cobra mayor realce.
Los danzarines recorrieron el carril Este de la avenida Tomás Barrón, hasta llegar a la avenida Barrientos y se desviaron por la calle Cañada Strongest, hacia el Este, sobresaliendo por su baile, coreografía, música, uniformidad en la vestimenta y mucha alegría.
Los instrumentos que acompañaron a las moseñadas fueron los tambores o cajas, clarines, el ch’illi, salliwa, k’eusa y otros, típicos de la danza tradicional originaria de los pueblos del occidente.
Así se realizó el recorrido de la zona Norte que por 15 años cuenta con la participación de cientos de danzarines, quienes son parte de los conjuntos que crecen con más integrantes.
Los conjuntos ingresaron con vestimenta tradicional de su región: las mujeres con polleras que llevaban adornos de colores, rebosos y chuspas, además de sombreros adornados con flores de diferentes y llamativos colores; y los varones con camisas, pantalones confeccionados con bayeta de la tierra, abarcas, aguayos, ponchos y también sombreros.
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