Este año se retomó esta actividad que permite a las personas distraerse y disfrutar de un agradable momento en familia, con amigos, que juegan no sólo a la comidita, sino incluso a casarse, en el Registro Civil que se instala.
En esta oportunidad la temática de los billetes del Mini Calvario, fue la declaratoria como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, al Carnaval de Oruro.
Por ello la declaratoria fue impresa en la parte central del billete; en los costados posteriores fotografías de las danzas del Carnaval, también la imagen del Monumento a la Virgen del Socavón y la imagen en pintura de la misma Virgen.
El secretario municipal de Cultura, Rolando Rocha expresó su satisfacción por haber apoyado a esta actividad, en coordinación con los artesanos y otros comerciantes que ofrecieron todos sus productos en pequeñito.
Estudiantes de la Universidad de Aquino Bolivia (Udabol), fueron los banqueros, quienes trabajaron intensamente, ya que fueron 32 mil billetes que se imprimieron de diferentes cortes.
"Estoy muy feliz, creo que fue un éxito y que colmamos las expectativas de los dirigentes, pues expresaron que quedaron contentos por el apoyo brindado desde el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro", refirió Rocha.
Existe la teoría de que el Mini Calvario se originó a raíz de la fiesta de Todos Santos, esto porque pasada dicha fiesta muchas familias aún se quedaban con masitas, y decidían salir a venderlas a modo de juego con billetes de juguete, intercambiando el producto, en los alrededores del Santuario.
Pero según el antropólogo, Jorge Llanque, el Calvario fue adoptado desde el punto de vista de la cosmovisión Andina, sosteniendo que se denomina Calvario al lugar donde cayó un rayo.
Desde ese punto de vista la zona del Calvario se considera un lugar simbólico religioso por el sincretismo que conlleva, por un lado el significado que tiene ese espacio por el hallazgo del fresco de la Virgen Candelaria y por otro el juego entre la comunidad.
INAUGURACIÓN
La inauguración de ésta actividad, en ausencia del alcalde Juan José Ramírez, estuvo a cargo del concejal Ricardo Gutiérrez, y luego él junto a la concejala Laura Lima, y un par de funcionarios ediles, como parte de las tradiciones, con un palo en manos, intentaron romper un pequeño cántaro repleto de chicha y tras un par de intentos, la concejala Lima alcanzó el objetivo para ch’allar la actividad.
Posteriormente las autoridades se acomodaron en una mesa y luego comenzó la distribución de cerveza en botellas pequeñas, y miniplatos de comida. Una vez más los servidores públicos consumieron bebidas alcohólicas en vía pública, siendo que existen disposiciones que prohíben la venta y el consumo de alcohol en vía pública, que el mismo Municipio intenta hacer cumplir.
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