“El Carnaval de Oruro, la fiesta de los sentidos” es un libro escrito con el corazón, y no por ello carece de rigor científico. Se compone de dos artículos cortos referidos al paisaje y la fiesta, contextualizando así una lectura interpretativa del marco antropológico y simbólico del carnaval, y con los que se apertura un proyecto de largo aliento, del cual este volumen se constituye en su primer tomo.
Su interés radica, particularmente en abordar la fiesta desde la imagen, entendida ésta como parte y sentido de una narración eminentemente visual, acaso el núcleo mismo del lenguaje natural de nuestra cultura.
El Carnaval de Oruro tiene tantas miradas, como miles de personas puede congregar. El trabajo fotográfico sobre la región de los Andes centrales que influyen y forman parte de la fiesta que aquí se expresa, es una más de esas miradas convergentes y no pretende, por naturaleza propia, agotar la temática o constituirse pretenciosamente en una intención cerrada de los hechos.
Por el contrario, la selección de imágenes expresada en este primer tomo busca como objetivo aperturar temas de investigación sobre el carnaval, a partir de la observación de las expresiones, formas, colores o texturas que germinan en la fe por la Virgen del Socavón, así como también en aquellas otras múltiples visiones alternas sobre la festividad.
La intención es que sea uno quien interprete y aperture los temas a partir de su forma de mirar.
El proceso de trabajo que ha significado el alma de estos documentos reside en un largo camino de mirar, interactuar y aproximarse al comportamiento de una fiesta gigantesca, que con el tiempo hemos logrado materializar en un conjunto de tres libros inspirados en su contexto; el personaje fundacional que la caracteriza y finalmente en el artífice que permite materializarla.
Y es que en efecto, este primer tomo retrata aquello que se ve, se siente y se vive durante el Carnaval de Oruro en Bolivia, por lo que en esencia se constituye en una obra narrativa del contexto festivo en el que se desenvuelve la maravillosa expresión cultural del pueblo boliviano, y particularmente la del pueblo orureño.
La línea que sigue este trabajo, parte de un recorrido profundo de la región que influye y alimenta desde tiempos remotos a la ciudad donde se realiza esta fiesta, acumulándose en el tiempo y expresándose miméticamente en los comportamientos y vestimentas que se vuelcan sobre el escenario.
El paisaje, así como las formas culturales que se han movilizado en el tiempo, para convertirse en actores directos de la producción mineral de una ciudad tan antigua, son parte del interés de este volumen circunscrito a la narración específica del carnaval como escenario, para luego, en el segundo tomo, ser abordados abundantemente desde el punto de vista semiótico.
Los sentidos, así como las expresiones y aquellos dispositivos culturales tan profundos como las vestimentas y las máscaras son la preocupación de este conjunto de fotografías, que de un archivo producido en más de 20 años de trabajo ininterrumpido, ven hoy por hoy la luz.
El autor espera que se constituyan en argumentos tangibles para un acercamiento hacia el corazón y sentido fundacional de una de las fiestas más importantes de Bolivia y el universo.
A manera de prólogo
TEXTO: ÓSCAR JESÚS ELÍAS LUCERO *
La Fiesta, entendida como un conjunto extraordinario de hechos humanos, reflejada en lo que “sabe” el pueblo, que trasunta en lo que “hace” el pueblo y finalmente encuentra su significante en lo que siente el “pueblo”; nos lleva por un recorrido que va más allá de la visión simplista del disfrute y goce espectador.
La Fiesta de la Virgen del Socavón, comprendida por el hacer popular, es poco conocida respecto al sentir popular, que irónicamente siendo oculto para el poco observador, se muestra sin límites, a los ojos de todos.
No es desconocido para la comunidad de investigadores del fenómeno sociocultural de Oruro, en especial del Comité Departamental de Etnografía y Folklore, sobre la infatigable labor del autor del presente trabajo, quien sin dejar de lado la responsabilidad científica, logra plasmar un documento necesario en su existencia, a la hora de responder las necesidades cognoscitivas en torno a este inigualable cúmulo de riqueza cultural, pero sumando a ésta, el sentido artístico de la Imagen.
La imagen, que sin dejar de ser un documento de registro o soporte visual, puede, como en el presente caso, tener el plus del arte. Pues finalmente la recopilación de información respecto a un hecho social como el presente, cargado de tanto color, exige ese contenido extra de ser estético, sin dejar de ser académico.
Conocemos también la meticulosidad en la selección de las imágenes, que necesitan hablar por sí mismas, para contarnos a profundidad, ese saber, ese sentir, que ha maravillado a los ojos del mundo.
Y es que el autor ha sabido, ha sentido y finalmente ha hecho posible la materialización de un largo sueño, ya desde aquellos momentos iniciales cuando, por dicha, nos tocó ser testigos de la ardua pero apasionante labor de campo y de gabinete del investigador Diego Echevers Torrez, unas veces siendo observador participante junto a la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, con su atuendo de diablo; y en otras oportunidades cámara al hombro y grabadora en mano, llegando a los desconocidos y difíciles confines de la mística ciudad de Oruro, para eternizar en sus escritos e imágenes, el testimonio de los “Maestros” artífices del Patrimonio orureño.
Estas fotografías son un documento para aprender disfrutando sobre el Patrimonio Oral e Inmaterial llamado Carnaval de Oruro.
* El autor es miembro del Comité Departamental de Etnografía
y Folklore de Oruro.
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