Quizás muchos no conozcan de dónde salieron los fondos para la construcción del monumento al patrimonio, o quienes colaboraron en esta noble obra, pues de seguro las autoridades si tuvieron alguna participación fue mínima, según un documento presentado por Luis Fernando Gómez Chavarría que explica cómo se consolidó este proyecto.
En la gestión 2004, Gómez se encontraba en el cargo de oficial Mayor de Cultura del Municipio, y una mañana se presentaron cuatro niñas de un colegio buscando información acerca del título otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco-por sus siglas en inglés) al Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, y saber si el documento estaba escrito en inglés o en otro idioma.
Esto dio a pensar que en Oruro no se tenía una réplica del documento razón por la que se inició una campaña de recolección de llaves de bronce para realizar esta réplica. El proyecto no resultó por el cambio de autoridades y lo recolectado quedó en los almacenes de la Casa Municipal de Cultura "Javier Echenique Álvarez".
Gómez, menciona en el documento, que luego de tres años fue invitado a ocupar el cargo de Delegado Cultural de la entonces Prefectura de Oruro, donde se retomó el proyecto a través de una campaña con los kínderes de la ciudad, cuando se recabó la cantidad necesaria de llaves se hizo la cotización de la fundición, cuyo monto era de 5 mil dólares americanos, se trató de buscar alguna empresa para el financiamiento pero sin resultados positivos.
Entonces Triana Puma (ya fallecida) se interesó por el proyecto y de forma espontánea se comprometió a otorgar los montos necesarios para la construcción de esta obra, colocando en principio los 5 mil dólares para la fundición de la plaqueta y luego 8 mil dólares más para el trabajo del monumento en piedra.
Una vez escogido el lugar del emplazamiento, se solicitó la autorización al Municipio para el espacio respectivo, pero fue otro proceso burocrático, incluso hubo la posibilidad de dejar el proyecto, porque era un calvario tocar las puertas y no recibir el apoyo de las autoridades.
Luego de algunos años, se puedo conseguir la autorización del alcalde Edgar Bazán y se consolidó esta obra, que fue emplazada en el lugar donde ahora se construye una terminal del teleférico en proximidades del Santuario de la Virgen del Socavón.
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