Bolivia espera más de 80.000 extranjeros en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de Humanidad, el más famoso del país, lo que representaría un aumento por encima del 30% respecto a la cifra de 2015, afirmó hoy (ayer), el ministro de Culturas y Turismo, Marko Machicao.
La ciudad andina de Oruro, que tiene 265.000 habitantes, también recibe un enorme flujo de turistas bolivianos en esta fiesta.
El ministro declaró a los periodistas que en 2015 los visitantes de fuera del país sumaron 60.000 y que este año se esperaba un crecimiento a entre 80.000 y 85.000 turistas extranjeros, gracias a las actividades de promoción que impulsa el Gobierno.
El Carnaval de Oruro, que inicia este sábado, tiene rango de Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad desde el 2001; generó en 2015 un movimiento de 105 millones de dólares en hospedaje, alimentación, desplazamientos, artesanía y telecomunicaciones, según Machicao.
El ministro destacó "la autenticidad, el rasgo patrimonial y la simbiosis religiosa que se da entre un sincretismo pagano con un sincretismo católico de fe y de ilusión" en la fiesta orureña.
Agregó que la nueva política de la alcaldía de Oruro de poner en venta a través de empresas privadas los asientos y los espacios para poder ver la fiesta ha contribuido a bajar el precio de esos lugares en las mejores zonas de 100 a 50 dólares o algo menos.
El Gobierno también ha garantizado que una veintena de medios de comunicación de otros países de América Latina, Centroamérica, China e incluso Palestina retransmitirán las fiestas de Oruro.
No obstante, la asistencia al carnaval está amenazada por un paro del sector de los camioneros que lleva cuatro días y sus bloqueos en diversas rutas y fronteras para reclamar reformas tributarias.
Machicao se mostró confiado en que se encontrará una salida al conflicto, pero aseveró que, "no se dialoga bajo presión, no se dialoga bajo este tipo de medidas, y creemos que el sector transporte se está dando cuenta de ello".
Respecto a las polémicas recurrentes con Perú y Chile, por el supuesto uso de imágenes del folklore y las fiestas bolivianas para su propia promoción turística, Machicao dijo que, es un fenómeno que "va a persistir toda la vida".
"Es un tema de identidades similares, comunes, que de alguna u otra manera compartimos con los países vecinos", dijo.
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