El carácter totémico de los animales en el mundo andino. El comunitarismo y comunicación simbólica permanente entre los humanos y los animales en el mundo andino están relacionados entre quienes otorgan buenos y malos augurios por su sola presencia en la comunidad o, dentro una vivienda rural descrita entre lo benigno o maligno, es decir, si está entre "lo positivo y lo negativo", en simbolización sexual masculino y femenino, como describe Federico Aguiló. De ahí, una constelación de deidades tutelares a quienes se tributa un especial respeto, dentro de la dualidad y complementariedad recíproca entre lo humano y no humano cuya liminalidad es el espacio sagrado que se aprovecha en los ritos y las danzas, es decir, dicho tránsito e interrelación entre lo humano y no humano que es parte de un corpus cultural e ideológico que aún, tiene plena presencia actual en el área dispersa, rural pese a la globalización.
Se puede enumerar las "señales" (augurios) que avizoran desde los insectos como las hormigas -"sikimira", pasando por las aves y otros animales como "el halcón- "mamani", perdiz- "chuseka", avestruz- "suri", zorro- "athoj" y oso - "jukumari",víbora "amaru-catari", y muchos otros para terminar con el cóndor-"mallku", etc, etc. De ahí, que muchas danzas que contienen representaciones simbólicas, donde los animales adquieren cualidades humanas, destacando con estos aspectos los espacios liminales donde la naturaleza se diferencia muy poco de lo humano, y donde lo humano está cerca de lo salvaje", de ahí que "el probable origen mítico donde el culto a los animales como representación central, nos muestra una especie de totemismo". (GUTIÉRREZ Ramiro). (1)
Todas las danzas andinas presentan un carácter mágico donde la música y la representación simbólica se convierten en el nexo de lo sagrado y lo humano, uniendo mundos o pachas en una especie de coexistencia espacial ya que los actores sociales (sean humanos y no humanos) parecen oscilar entre dos o inclusive tres mundos" como el "Hananpacha" mundo del espacio sideral: (estrellas, Sol, Luna, rayo, etc.), "Kaipacha": El mundo de los humanos (faz de la Tierra), animales y vegetación, finalmente el "Ukhupacha": el inframundo, del subsuelo, morada de los "anchanchus, sajras, laris", pero, también, morada del Dios Wari y su alter ego el "tío de la mina", deidad de los mineros bolivianos. (2)
LA SIKURIADA EN VISIÓN
DE LOS CRONISTAS
Los cronistas de primera época describen con exactitud al siku como uno de los instrumentos musicales de viento de mayor preferencia en el mundo aymara, en ese orden, Raimund Schramm recoge las explicaciones como de Garcilaso de la Vega, quien destacando el origen del siku indica:
"De música alcanzaron algunas consonancias, las cuales tañían los indios Collas, o de su distrito, en unos instrumentos hechos de cañutos de caña, cuatro o cinco cañutos atados a la par; cada cañuto tenía un punto más alto que el otro, a manera de órganos. Estos cañutos atados eran cuatro, diferentes unos de otros. Uno de ellos andaba en puntos bajos y otro en más altos y otro en más y más, como las cuatro voces naturales: tiple, tenor, contralto y contrabajo", prosigue: "Cuando un indio tocaba un cañuto, respondía el otro en consonancia... No supieron echar glosa con puntos disminuidos; todos eran enteros de un compás". Bertonio, en su célebre Diccionario de la Lengua Aymara indica: "Sico: unas flautillas atadas como a la de órgano", por tanto, la palabra siku, nombre del instrumento autóctono, y sikuri, del apelativo que se da al que ejecuta música" (3).
EL SURI EN LA SIKURIADA
En ese orden, Rigoberto Paredes se preguntaba: ¿Resabio del motivo de su baile?, "religioso y de suma importancia entre los kollas, que era dedicado al suri y al cóndor, aves que entre ellos simbolizaban la tormenta y la fuerza". Por el carácter polisémico del léxico aymaro-kolla, también podrían representar a deidades protectoras benignas, o deidades malignas, representadas en varias danzas como en el Suri Sikuri.
El suri, avestruz andino, (pterecnemia pennata) ave corredora propia de las alturas, ocupa un lugar privilegiado dentro del simbolismo aymara por la gracilidad y donaire que en la danza representa "al cadencioso movimiento del avestruz o ñandú en celo su garbo y donaire en la grulla y, sus ejecutores de los "sikus" (Instrumento nativo como zampoña).
Se trata de una danza que bailaban los que se preparaban para salir al encuentro de ñandúes (suris) en medio de ritos mágicos por la dificultad que representa su caza. De ahí que los hombres tienen como principal elemento en su indumentaria un sombrero que está adornado con largas plumas de avestruz, a la manera de una sombrilla de manera circular que van amarradas a unas cañas finas de más o menos un metro de largo que el otorga majestuosidad en consonancia con esta preciosa ave (4).
SIKURIS DANZA DEL
AWTIPACHA
El ciclo agrícola solar-lunar en el mundo aymara - quechua está demarcado por dos grandes periodos como el Jallupacha y el Awtipacha, es decir, periodo húmedo de lluvias y periodo seco y frío. Entre los instrumentos musicales de mayor preferencia en el periodo de lluvias es la tarqa y su danza la tarqeada y en el periodo del Awtipacha es el siku y su danza la sikuriada (Antara en quechua) enmarcadas en las tradiciones musicales, ritos, ceremonias del periodo invernal. Los sikus, de la familia de zampoñas y quenas durante la época del Awtipacha están en consonancia a fechas como el 3 de mayo, (fiesta de la Cruz) inicio de la fiesta de la cosecha, luego Corpus Cristi y San Pedro, y particularmente el 21 de Junio, dentro del calendario aymaro-quechua en la ceremonia del Intiwatana (Amarre al Sol), Inti Raymi (Fiesta del Sol, o, Mara Taqa (Año Nuevo Andino).
El período del Awtipacha, se inicia luego se Semana Santa, en abril y concluye antes de la fiesta de Todos Santos en noviembre que "por sus características de origen se asocia la danza con el frío y el viento, orientados luego a la elaboración del chuño y la tunta (chuño blanco) alimentos básicos de los indígenas.
La danza está compuesta por: jacha tata mallku (cóndor), autoridades originarias, phusiris (hombres intérpretes del siku) y aywayas (mujeres danzantes) que se ubican al medio de las filas de los phusiris. La música y la danza tiene carácter gregario, se prohíbe el individualismo y se interpreta para agradecer la buena cosecha de la papa y ofrecer ritualidades al Sol (Tata Inti, Wilka) y la Pachamama" (5).
EL ARTE MUSICAL DE
LA SIKURIADA
De acuerdo al investigador Emmo Valeriano ("Walikasa") ,el instrumento del siku o surisiku del periodo del "Awtipacha" consta de 17 tubos de diferentes sonidos cada uno, para formar una amalgama y armonía de sonidos; que denominan a este instrumento "como P´alta, los tubos de que están construidos los instrumentos son de Suqusa o Challach´a producidos en los Yungas de La Paz, que de acuerdo al tamaño se dividen en cuatro grupos con su denominación respectiva, con los siguientes nombres: Taika malas, likus, rikintus y chilirikintus, sanka, wankara y jawq´aha, etc.
Taika malas es de tamaño grande, que a la vez se interpreta entre dos, es decir, entre el ira y arka.
Liku.- Es el que sigue en tamaño al anterior, de tubos de 25 cms, aproximadamente.
Rikintu.- Es el instrumento que continúa en tamaño, el tubo más grande es de 15 cms. y el pequeño es de 5 cms.
Ch´ili .- Es la más pequeña, interpretados siempre en pareja.
"Estos instrumentos están ordenados de acuerdo al tamaño de pequeño a grande, sujetos por una especie de listones del mismo material, con un amarre característico formando figuras de la iconografía del ayllu a que pertenece, usando siempre el respectivo color familiar de dicho ayllu, además, llevan una cinta plana tejida para colgarse del cuello llamado t´isnu ti-rinsa".
Los otros instrumentos que acompañan al sikuri son las wankaras:
a) LAS WANKARAS
Entre otros instrumentos musicales dentro del Sikuri son los tambores en las orquestas de viento frecuentemente son acompañadas por un membráfono el wankara y sus variantes. Según Girault existen tres tipos de tambores, de diferentes tamaños," de los cuales solamente el wankara es tocado en una orquesta de sikus. Este tambor consta de una caja muy liviana, fabricada de la cáscara del sauce (wira puku, Salix sp.), y de dos membranas de cuero "lip´ichi". Los cueros siempre son tomados de animales opuestos (por ejemplo de la llama y del zorro)," principios de dualidad y complementariedad.
Además, tienen otros detalles significativos, como "cordones resonadores (wiska) de cuero, en los que son atadas pequeñas tablitas o espinas grandes de cacto. A veces, los músicos tocan los tambores al mismo tiempo que los sikus, con una baqueta que se llama wajtana. Antes de terminar la fabricación se mete un ají seco iwayk´a) y un cuerpito de colibri (chiru chiru) o de pichitanka en el interior del tambor". (Girault 1973: 206-207). (Raimund Schramm) (6).
b) VESTIMENTA
Los sikus o surisikus llevan principalmente "el chuku verdadero arte plumario circular con un diámetro de 1,20 a 1,50 cms. en la parte superior, cuya base en forma circular, y plana con abultamiento en el centro del círculo, orillados por un gran circulo de plumas que hace un juego especial cuando tocan y bailan los sikus, más al viento dando movimientos con una ondulación rítmica. La composición de los materiales de este plumario esta realizado a base de tisi de Tuquru; en primera instancia aparenta ser una especie de abanico, que en la punta de los listones llevan las plumas de Suri (Ñandú- Avestruz Americano) que al abrirse en forma circular dan una conformación muy bella de un conjunto de Suris que ondean rítmicamente sus plumas".
El poncho o qhawillu, es muy importante en el siku o surisiku, cada ayllu tiene un color fijo, para cada fiesta, dentro la tropa lo más característico es el poncho del principal Ira y Arka por la Jawq´aqa que lleva como distintivo frente a los otros, que simboliza su grado de categoría y autoridad dentro la tropa como ira y arka. En el resto de los componentes tienen ponchos que son corrientes de un solo color con una jawq´aqa normal, el colorido es característico en cada uno de los ayllus y el conjunto al que pertenecen. A la vez el siku o surisiku lleva en la espalda una tela blanca cuadrada de 1 metro a 1,20, de lado, la cual está doblada diagonalmente en dos que al cargarse muestra una forma triangular de base invertida". (Valeriano Emmo).
En resumen, el Suri Sikuri, es una danza que se identifica con el avestruz por lo que se denomina Suri, voz aymara, danza del periodo invernal donde se ostenta como atuendo principal en el penacho con plumas de "Suri", y que en la actualidad está representada por el conjunto folklórico Suri Sikuri que participa del Carnaval de Oruro y, que hoy tiene la simpatía de la juventud convertida en un ballet callejero de bella policromía y armonía en su movimiento dancístico.
CITAS AL TEXTO
(1) De ahí, se explica la fábula andina y/o, cuentística aymaro-quechua de la permanente interrelación entre las personas y los animales y su proyección ética y moral dentro su cotidianidad a través de representaciones simbólicas.
(2) Los encargados en dirigir los ritos y ceremonias personas con poderes mágicos tocados por el rayo como el paqu, qulliri, yatiri, aysiri, chamacani etc., especialistas en predecir y "curar" en caso de premoniciones negativas.
(3) Bertonio Ludovico, "Vocabulario de la Lengua Aymara".(1613)
(4) Entrevistas testimoniales de Eveline Sigl y David Mendoza. "que en su sentido metafórico las plumas denotan abundancia y las riquezas de un pueblo".
(5) Unidad de Patrimonio Inmaterial Ministerio de Culturas de Bolivia, Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina-Crespial, (Unesco). Música Aymara: Bolivia, Perú y Chile, (Registro musical de tres discos compacto), La Paz-Bolivia, 2016.
(6) Bertonio: la qheppa, una trompeta (fabricada de arcilla quemada o de concha), diferente de otras de caracol, llamado chula phusaña, y de calabaza, matti phusaña".(Schramm).
(7) "Con el objetivo de recuperar los valores culturales originarios y ancestrales se promulgó la Ley 061/16, que nombra a la danza de la Sikuriada Patrimonio Cultural del municipio de Huanuni, perteneciente a la provincia Pantaleón Dalence del departamento de Oruro. El acto se llevó a cabo en el estadio "Manuel Flores" de la localidad de Huanuni, donde los lugareños celebraron la aprobación de esta norma con música y danza contando más de mil músicos".
BIBLIOGRAFÍA
AGUILÓ Federico, "Los cuentos. Tradiciones o vivencias", Edit., Los Amigos del libro, 1ra., ed., Cochabamba-Bolivia, 1980.
BERTONIO Ludovico, "Vocabulario de la Lengua Aymara", (1612), Edit., Ceres, s/ed., Cochabamba-Bolivia, 1984.
CARTER E. WILLAM-MAMANI Mauricio, "Irpa Chico: Individuo y Comunidad en la Cultura Aymara", Edit., Juventud.,1ra., ed.,La Paz-Bolivia, 1982.
GUTIÉRREZ Iván -VELIZ Vladimir, "El papel de los guías en los Sikuris de Paria", Revista Musef., Reunión Anual de Etnología, Edit. CIMA, La Paz-Bolivia, 1992.
PAREDES C. Antonio, "La danza folklórica en Bolivia", Edit., Gisbert, 2da. Ed., La Paz-Bolivia, 1984.
VALERIANO Emmo Valeriano, "Apuntes sobre la música de Venta y Media"(Parwayu marca).Revista Musef.: "Reunión anual de Etnología", Edit., CIMA, La Paz-Bolivia , 1989.
SIGL Eveline-MENDOZA S. David, "No se baila así nomás". Danzas de Bolivia, Tomo ll, s/Edit., 1ra,ed., La Paz-Bolivia 2012.
VAN den Berg Hans-SCHIFFERS Norbert,"La Cosmovisión Aymara", Edit. Hisbol, 1ra. ed., La Paz-Bolivia, 1992.
Unidad de Patrimonio Inmaterial Ministerio de Culturas de Bolivia, Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina-Crespial, (Unesco).Música Aymara: Bolivia, Perú y Chile, (Registro musical de tres discos compacto), La Paz-Bolivia, 2016.
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