Al llegar a la Plaza del Folklore, antes conocida como Plaza Argentina, específicamente donde está el monumento al Minero, todos los domingos previos al Carnaval de Oruro se establecen puestos de venta de las tradicionales golosinas, hechas por artesanos orureños, quienes mantienen un legado por más de un siglo.
Gracias a que se mantiene el Calvario de Oruro, estas familias mantienen viva una singular tradición, como lo hace el conocido artista plástico, actor de cine y artesano Desiderio "Dick" Arias Ortiz, quien preserva este legado que le dejó su padre Ramón Arias Arias, magnífico artesano de los caramelos y las pastillas.
Según recuerda Dick, todo comenzó cuando su padre muy joven partió a la contienda bélica con el país vecino del Paraguay, la denominada Guerra del Chaco donde fue prisionero de guerra, a su retorno a Bolivia se estableció en Oruro, queriendo sustentarse con su oficio el de hacer dulces. Mismo que aprendió de un español antes de partir a la guerra, desde niño.
El camino fue difícil, pero Ramón Arias empezó a crear dulces de todas las formas, turrones, caramelos, frutas bañadas y otras, que distribuía en las tiendas, lo que sobraba las remataba en el Calvario, es así que inició este espacio en la tradicional feria, junto a su esposa, Emiliana Ortiz y otros emprendedores que siguieron sus pasos.
Actualmente Dick Arias, continúa con ese legado, fabricando hasta el lunes del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, dulces de todas las formas y sabores.
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