Oruro vivió ayer un carnaval tranquilo. En la entrada folklórica se respetó la Ley seca que dispuso el Concejo Municipal de ese municipio. El comandante departamental de la Policía, coronel José Pizarro, manifestó que se registraron casos esporádicos de consumo de bebidas alcohólicas por parte de los asistentes, aunque los comerciantes fueron los que trataron de infringir la normativa.
“Se ha reforzado la seguridad y hasta el momento no hay ninguna novedad, me animo a decir que la norma de restricción de consumo de bebidas alcohólicas se ha cumplido. Se tuvo más problemas con los comerciantes que quisieron introducir estas bebidas al interior del evento, se atendió algún caso esporádico pero ninguno que genere algún conflicto serio”, destacó la autoridad.
El Concejo Municipal de la capital del folklore decidió que la restricción del consumo y venta de bebidas alcohólicas sea desde las 03:00 hasta las 19:00 del sábado, 2 de marzo, día de la entrada en honor de la Virgen de Socavón.
El colorido de los trajes y la alegría de los danzarines contagiaron a los espectadores que se dieron cita a la entrada folklórica más importante del país. El evento inició a las 08.00 aproximadamente y se prolongó hasta horas de la madrugada de hoy. Aunque se tiene previsto que las actividades continuarán hasta mañana.
COMERCIANTES
La autoridad indicó que el mayor conflicto que se registró fue con los comerciantes que trataron de introducir bebidas alcohólicas a la ruta de la entrada, pero fueron interceptadas por los funcionarios policiales, quienes los obligaron a desechar los productos.
En algunos sectores de las graderías de los espectadores, también se registró incidentes menores sobre consumo de alcohol, a la presencia del personal policial las personas infractoras se vieron en la necesidad de deshacerse de las bebidas.
SEGURIDAD
Pizarro explicó que se instalaron dos cordones de seguridad, donde se desplazó a 2.225 efectivos policiales y 1.500 militares. El primer anillo de control fue cubierto en su totalidad por los agentes del orden. Dos cuadras afuera del recorrido folklórico se instalaron unos portones con mallas, donde se encontraba en segundo punto de restricción.
Indicó que se instalaron 100 cámaras de seguridad en la ruta de la entrada, las cuales coadyuvaron a identificar a las personas que estaban consumiendo bebidas alcohólicas para posteriormente exhortarlos a que cumplan la normativa.
En los parques y plazas se desplegaron drones para realizar la verificación que no se encuentren grupos de personas que estén bebiendo, ya que estos ocasionaban que se generen conflictos callejeros.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, indicó que al personal antiexplosivos también se desplazó hacia los puntos de expendio de comida rápida y otros alimentos que usan algún tipo de combustible, para evitar que se produzcan situaciones de riesgo.
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